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Cómo meditar en casa y relajarte

marzo 12, 2019

Llevamos un ritmo de vida frenético; de casa al trabajo, a por los niños, los amigos, más trabajo y así día tras día. Todos deseamos escaparnos un fin de semana y poder desaparecer. Desagraciadamente esto normalmente no es posible pero tenemos una solución para desconectar sin moverse de casa; es la meditación. Te enseñaremos cómo meditar en casa y relajarte

Cuando la rutina diaria te ahoga, empiezas a angustiarte y para volver a rendir a tu nivel normal necesitas encontrar algún medio que te ayude a restablecer tu equilibrio mental. Tú sabes mejor que nadie que cuando te encuentras estresada los problemas empiezan a desencadenarse; insomnio, jaquecas, molestias digestivas… Y todo esto hace que no puedas rendir a buen nivel.

Tabla de Contenidos

Antes de meditar, empezar por relajarse

Lo cierto es que hay muchos tipos de meditación, aunque todas van buscando el mismo fin, poner la mente en blanco para no pensar en nada y liberarnos de todo aquello que nos preocupa. Antes de comenzar a meditar hay que encontrar la tranquilidad mediante la relajación.

Lo primero que necesitamos para empezar la relajación es una habitación en penumbra, iluminada con unas cuantas velas, con un ambiente cálido, en silencio, vestido con ropa cómoda que no te apriete en ningún sitio. Dicen los expertos que la mejor postura es en el suelo, sobre un cojín con las piernas cruzadas y la espalda recta. Si tú no estás especialmente cómoda de esta manera busca otra forma pero no te olvides nunca de tener la espalda bien recta y las piernas separadas.

Empieza a respirar, siendo consciente de cada inspiración y expiración, sintiendo cómo el aire se va distribuyendo a todas las partes de tu cuerpo. Debes dejar la mente en blanco y para ello intenta concentrar tu mirada, por ejemplo, en la luz de una vela. La tradición oriental dice que es positivo, para encontrar la paz interior, repetir una palabra sagrada como por ejemplo “om” o “ram” pero en el fondo lo que necesitas es buscar una palabra que puedas repetir para eliminar el resto de tu cabeza y así evitar que ningún otro pensamiento se te cruce por la mente.

Ahorrando energía mental

El objetivo es evitar malgastar energía ya que en nuestra vida diaria siempre tenemos varias cosas al mismo tiempo en la cabeza, por lo que no podemos concentrarnos bien en ninguna de ellas. Por medio de la meditación lo que buscamos es liberar la mente para después poder utilizarla en plenitud y concentrarnos en las cosas más importantes.

Tienes que llegar a este estado de relajación, para empezar la meditación, de una forma natural. No intentes forzar la máquina, si no te encuentras preparado o el ambiente no es propicio en vez de relajarte lo que vas a conseguir es ponerte más nerviosa. Déjalo, no te obligues, quizás mañana los astros jueguen a favor de tu meditación.

Ten en cuenta que con un poco de práctica, aunque ahora te parezca imposible, lo que al principio puede parecerte increíblemente difícil luego puede realizarse sin necesidad de aislarte del mundo. Tienes que conseguir poder practicar la meditación en cualquier lugar y circunstancias. Tienes que tener en cuenta que a montar en bicicleta no aprendiste de la noche a la mañana.

Meditando en casa

Cuando has conseguido alcanzar un control de tu respiración y dejar la mente en blanco ya estás meditando aunque no lo parezca. Lo correcto sería que empezases por sesiones de 10 minutos hasta llegar a unos 30 minutos diarios. También puedes marcarte un día a la semana para hacer sesiones de una hora. En este día especial prepáralo todo con más calma. Busca velas de olor, enciende una ramita de incienso…

Si ves que no puedes encontrar la paz interior por medio de la meditación tú mismo, no desesperes. Como en otros deportes, también hay monitores y guías que te pueden ayudar.

Si practicamos diariamente la meditación conseguiremos restablecer nuestro equilibrio mental y además, por si fuera poco, nos ayuda a controlarnos en caso de querer abandonar alguna adicción.